31 de octubre de 2006

JEFFERSON FARFÁN, DETECTIVE PRIVADO

Hoy: “Bomba en la cancha”

Mi nombre es Jefferson Farfán, Detective Privado, o al menos eso dice mi documento: "Jefferson Farfán, Detective Privado". El primer problema que tengo es ¿laxante o vaselina? El segundo es que la Unidad Antiterrorista me ha informado que en el partido San Lorenzo versus Boca va a estallar una bomba. Con estos interrogantes en mi cabeza, tomé el colectivo 150 en Retiro para que el Destino me llevara donde quisiera. Así viajé una media hora hasta que el chofer, Carlos Destino, me gritó raudamente: "Garpaste 75 guita, o sacás otro boleto o te meto el auxilio en el culo".

Me bajé amablemente cuando el paisaje me sorprendió: el Bajo Flores. Cancha de San Lorenzo. San Lorenzo versus Boca. Cáspitas. Me dije.

Después de pagar los 14 pesos correspondientes, ingresé en la popular local, con el propósito de hacerme pasar por miembro de la barra brava. Esta tarea no era fácil, ya que mi vestido de raso abierto en la espalda me delataba. Me acerqué al que parecía el cabecilla. Pero era el cocacolero. Pedí un agua mineral. Me escupió.

Realicé un segundo intento. El susodicho me dijo que le decían “el pequeño Juan”. Pregunté el porqué del apodo, pero no respondió. Tomó firmemente la humanidad que tenía entre las piernas y me miró. Sus ojos expresaban “por esto”. El pequeño Juan llevaba un collar de muelas de juicio de hinchas rivales, pero no tenía aspecto de dentista. Mientras me contaba que su videojuego favorito era el Wonder Boy, le pregunté si sabía algo sobre una bomba. Creo que no le gustó mi pregunta porque me atacó con la palanca de cambios de una F100. De pronto un hecho me salvó.

Gol. De golpe todo oscureció. Creo que estuve algunos minutos desmayado porque no recuerdo cómo me introdujeron dentro del bombo. Esto me dio tiempo para pensar. Y un profundo dolor de cabeza.

Una vez fuera del bombo (no recuerdo cómo salí… o prefiero no recordarlo) pregunté por la bomba a un simpático muchachito que estaba arriba de un para-avalancha que gritaba por un fallo del árbitro “caramba, esto es inaudito” o algo parecido. Pero como había mucho ruido no sabía si me respondió "Después del té de las 5 y después de jugar al golf te contesto" o "Te vamos a marronear entre 5 y te vamos a dejar puesto esto". Me parece que fue la última opción porque el pequeño Juan señalaba “lo suyo”.

Intenté preguntar a un tercer sujeto, pero antes de poder hacerlo se me adelantó y me interrogó con una extraña sonrisa: “¿Sabés lo que es la culofilia?”.

Me retiré rápidamente de allí, habiendo cumplido mi labor, silbando “La Lambada” una canción muy popular en aquella época.

Mi nombre es Jefferson Farfán, Detective Privado, y esto fue “Jefferson Farfán, Detective Privado”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Malisimo, fuera de joda ponen lo peor aca en la pagina.

Anónimo dijo...

Como salio el partido? fue el 7 a 0 de este campeonato? supongo que no, porque no exploto ninguna bomba y ademas La Lambada es de otra epoca...

Anónimo dijo...

Me acuerdo Jefferson! (Soy el de la derecha de la foto)

Anónimo dijo...

Buenas tardes. Es mi primer visita a vuestra revista, la que me ha sido lateralmente recomendada por un amigo invisible. Carezco ahora del tiempo necesario para leer esta promisoria publicación, pero juro por dió y por la virgencita del buen viaje que lo haré a la brevedad -posible-.
Mientras, mis saludos a Farfán y un caluroso abrazo de la hinchada de brown, donde siempre será bien recibido.